Unesco advierte crecimiento de violencia contra periodistas en Latinoamérica
Sostiene que se debe a la "fragmentación de los agresores", por el crecimiento y la dispersión de células del crimen organizado en la región.
La violencia contra los periodistas en América Latina está creciendo en paralelo a la impunidad de estos crímenes, advirtió hoy en Paraguay el Consejero de Información y Comunicación de la Oficina Regional de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe, Guillermo Canela.
Canela realizó estas declaraciones en una rueda de prensa tras participar en la XVIII Cumbre Judicial Iberoamericana, que concluye hoy en Asunción, y en la que intervinieron las máximas autoridades judiciales de 23 países iberoamericanos.
El consejero de la Unesco destacó que el aumento de la violencia contra periodistas y comunicadores se debe a la "fragmentación de los agresores", por el crecimiento y la dispersión de células del crimen organizado en la región, que son hoy "los principales autores" de este tipo de crímenes.
Por otro lado, argumentó que se registran mayores tasas de violencia porque también ha crecido la presencia de observadores sociales, no solo profesionales de los medios de comunicación tradicionales, sino también comunicadores de radios comunitarias o blogueros, que se han convertido en "nuevos blancos de la violencia".
Canela explicitó que la violencia contra periodistas no solo se refiere a las cifras de asesinatos, sino también incluye otras formas de extorsión, como el acoso digital.
"Muchos periodistas están sufriendo ataques digitales como el 'hackeo' de sus cuentas de correo, o tienen los teléfonos pinchados. Estos ataques también ponen en peligro la identidad y la seguridad de vida de sus fuentes", afirmó el experto.
El aumento de la violencia contra los comunicadores convive con la impunidad de estos crímenes, ya que según datos de la Unesco solo el 5 % de estos delitos llegaron a su resolución final.
Canela apeló a la solidaridad entre los periodistas para que tanto los crímenes contra cronistas de diarios de tirada nacional, como los que se producen contra trabajadores de radios comunitarias del interior de los países reciban el mismo grado de cobertura mediática.
También pidió que sean los propios comunicadores quienes continúen con las investigaciones periodísticas que quedan interrumpidas tras el asesinato o el traslado por motivos de seguridad de otro colega.
Además, solicitó la unión entre todos los poderes de los Estados para que brinden seguridad a los periodistas, basada en tres pilares: la prevención de la violencia, la protección frente a ella, y la procura de Justicia cuando se produce un delito.
"El asesinato de un periodista no es solo la pérdida de una vida humana, que ya es gravísimo, sino también la pérdida de un observador de la realidad social. Además, provoca la autocensura de muchos comunicadores, por temor a arriesgar sus vidas", dijo Canela.
En 2014, 87 periodistas fueron asesinados en el mundo y, entre 2014 y 2015, al menos 40 periodistas fueron asesinados en Latinoamérica, según la Unesco.
En su mayoría, los periodistas fueron asesinados por motivos políticos, la segunda causa fue la defensa de los derechos humanos, y la tercera, las situaciones de guerra.
Unesco señala que en la actualidad solo el 42 % de los países miembros de la organización responde a las solicitudes de información que les ha formulado acerca de los crímenes contra periodistas.
EFE